Bruno tiene 7 años y vive en Valencia. Es un niño inquieto, parlanchín y dicharachero al que le encantan los trucos de magia; por eso va siempre acompañado de una baraja de naipes con la que intenta sorprender al primero que se le pone a tiro.
Cuando le conocí hace unas semanas, hubiera dicho que Bruno era un niño feliz, pero hoy tengo que añadir que además es sabio.
Me gustaría contaros la pequeña- Gran Historia de Bruno – no es una metáfora ni ha sido redactada con el objeto de aleccionar, motivar o movilizar a nadie; es real como la vida misma.
Hace unos días, la mamá de Bruno descubre por Facebok la iniciativa de Per Ankh y el Juego de las Mariposas Solidarias. Le parece un bello proyecto con el que colaborar y decide contarle al niño de forma resumida de qué se trata.
Bruno no entiende todavía el significado de la palabra Solidaridad, pero cuando escucha que hay niños y niñas en Egipto con problemas, se suma sin dudar al juego entendiendo a la perfección las reglas del mismo.
Para Bruno todo es presente. Todavía no es esclavo de una mente mono de cansinos monólogos y viajes ficticios a la tierra baldía del pasado y el futuro. Él todavía es un ser despierto, atento a lo inmediato, al instante, al ahora. Por eso no tiene inconveniente en que su mamá saque del armario los pantalones y jerseys que se le han quedado pequeños para regalarlos. “Si ahora ya no me sirven para qué guardarlos”, ese es su sabio razonamiento.
Bruno no ha oído jamás hablar de Maslow, ni de la pirámide de necesidades, pero intuye que “no sólo de pan vive el hombre” y que lo más importante en el mundo es amar y ser amado. Por eso pregunta una y cien veces, de forma casi obsesiva, si esos niños que viven cerca de las pirámides tienen papás y mamás que los cuiden y los protejan.
A Bruno le encanta dibujar, aunque siendo sinceros todavía no escribe muy bien (que se le va a hacer son cosas de la edad). Bruno no conoce el nombre ni la cara de los niños que recibirán su regalo, pero quiere aportar al mismo un valor añadido, su toque personal. Así que coge su juego de lápices favorito y se concentra para crear una buena pieza pictórica.
>Bruno se toma el juego muy en serio y quiere añadir al dibujo una dedicatoria destinada a sus nuevos amigos. Entre todos los mensajes posibles, escoge sin dudar el siguiente:
CHICOS SOIS PERFECTOS
¡Ahí queda eso!. Bruno ha resumido en 3 potentes palabras aquella inefable sabiduría que santos, swamis y gurús han intentado transmitir durante siglos.
Por eso con la humildad de una aprendiz madurita, no me queda más remedio que inclinarme con sumo respeto ante la sabiduría de Bruno, entendiendo ahora mejor las palabras del Maestro Jesús cuando dijo que “hay que hacerse niño para poder entrar en el reino de los cielos”
Gracias Bruno por participar y hacerme entender el JUEGO DE LAS MARIPOSAS SOLIDARIAS.